Inmenso concierto del estadounidense Willie Nile en el ciclo Campus Rock

Willie Nile, en Campus Rock.
Todo llama la atención en Willie Nile. Su pelo ensortijado y vertical, como el del protagonista de Cabeza Borradora; su voz agrietada y convulsa, cierta imprecisa impaciencia, su chaqueta llena de lentejuelas o, sobre todo, su mente apresurada.
Se trata de ese tipo de persona a la que se le intuyen los pensamientos bullendo tras la frente agrietada, a la que se le adivinan las sinapsis trazando letras, conversaciones y melodías. Un literato metido a músico comprimido cuya cara es una mezcla de la de Mark Sandman con la de Lou Reed en su período de Berlín.
Así, cuando dedicó a Whitney Houston Rich and Broken, señalando lo perniciosa que era la fama ("que no el dinero"), un espectador debió pensar en el tema Fame de David Bowie y berreó su nombre sin complejos. "Está bien", dijo Nile, "se la dedico a Whitney y a Bowie".
A continuación, el artista afincado en Nueva York apostó por la vertiente más política de su discografía e interpretó un tema dedicado a las víctimas del 11M (que ya había interpretado en Madrid en 2004 en un acto de homenaje a las víctimas del cruento atentado) para después presentar un tema inédito ("sólo para nosotros; por favor, no lo subáis a Youtube"), Holly War, en el que critica con astucia y mucha poesía la guerra santa: "Dios es sabio; pero tú eres tonto".
Luego, tras dedicar una canción a su buen y malogrado amigo Joey Ramone, Willie Nile dio paso a un par de canciones interpretadas al piano adoptando el más puro estilo crooner, ayudándose aquí y allá de la armónica, y en las que narró (me pareció un magnífico narrador) las miserias y la lírica que encierra Nueva York. Mucha sensibilidad y un saco de ovaciones para él.
En el tramo final del concierto presentó tres veces a la banda y se dejó lo poco que le quedaba de piel en cada acorde para interpretar tres de sus temas más emblemáticos: Run, House of a Thousand Guitars y One Guitar, posiblemente, uno de sus pocos hits pinchables en cualquier radio patria o foránea.
Entre los aplausos, las ovaciones y los berridos de one more ("una más") por parte de un público rendido al carisma y el talento de un músico muy grande, Willie Nile se abrazó con su banda para abandonar el escenario; pero alguna sinapsis inquieta debió hacerle entrar en razón, y tras intercambiar tres sílabas con sus músicos, se enfundó nuevamente la guitarra y cerró el concierto con un popurrí (medley) en el que enlazó el A Hard Day's Night de The Beatles con Blitzkreig Bop y Sheena Is A Punk Rocker de los Ramones y el Surfin' USA de The Beach Boys.
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